viernes, 19 de noviembre de 2010

Morir de pie. (18° mención en el 29° Certamen Intern. de Poesía, Acebal)


Unos pañuelos blancos en la plaza
esperan derramando lágrimas de bandoneón
a los “ni muertos ni vivos”
inocentes sin libertad
a las victimas de tramoyas nocturnas
de bastones largos y lápices rotos.
-El Río de la Plata nunca será el olvido-

Dos sirenas
eternas pretendidas, en el sur
van cubriendo con nieve a una juventud derramada.

Y aún seguimos en pie.

Con una grandeza
más alta que el Aconcagua
en un vuelo de barrilete cósmico,
en un baipás, en un “mala boca” que todos desean beber.

Rojos y azules sigamos jurando con gloria morir.