
Tan cerca, tan mía.
Lejos ya el pajal
y la arena diluyéndose entre mis dedos.
(en las puertas del dédalo).
Cierras mis ojos.
Tus manos dibujan paisajes inciertos
en mi rostro,
acarician mi cabello
y susurras a mi oído,
murmullos,
mi existir y tu aroma.
-Te sentí
tan cerca
que tomé la flor por las espinas-
Tan cerca,
deshojándome.
Tus besos adagios,
en tus labios, hiel
y caricias escarchadas.
Mi marchitar, tu júbilo,
el triunfo, tuyo el disfrute
de arrancarme la piel.
Sola de espinas
te sentí.
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